Por “cumplir a cabalidad” con los criterios establecidos en la Ley 17.288 sobre Monumentos Nacionales, en cuanto a ser un área de interés de conservación para la ciencia y para el Estado, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) resolvió –por unanimidad- aprobar el Informe Técnico Previo favorable a la declaratoria como Santuario de la Naturales el Bosque Viejo de Huechucuicui, ubicado en la comuna de Ancud, provincia de Chiloé, Región de Los Lagos, destinado al Ministerio de Medio Ambiente y a solicitud de la familia Velásquez- Martínez, propietaria del predio.
En su sesión plenaria del 23 de agosto, el CMN valoró dentro de los atributos del sitio, que abarca una superficie de 400,8 hectáreas, el hecho de ser considerado como el último bosque antiguo de tierras planas pertenecientes a la Ecorregión Valdiviana, Hotspot de biodiversidad único en América del Sur y refugio seguro para plantas endémicas y fauna nativa del sur de Chile, reconocida como área de importancia global para la conservación de la biodiversidad.
La subsecretaria del Patrimonio y presidenta del CMN, Carolina Pérez Dattari, dijo que “la protección del patrimonio natural es clave para avanzar en el cuidado de la biodiversidad. Es por esto que estamos felices con esta declaratoria de Santuario de la Naturaleza, que permitirá salvaguardar un espacio que se ha mantenido desde hace cientos de años y conocer más sobre el paisaje de Chiloé”.
A su vez, el secretario técnico del CMN, Erwin Brevis, explicó que “el Bosque Viejo de Huechucuicui representa, justamente, el sentido de un Santuario de la Naturaleza: un área de interés para la ciencia, con posibilidades especiales para realizar estudios científicos desde el ámbito de la botánica, zoología o la ecología, y un área de interés para el Estado, pues ya había sido definido como Sitio Prioritario para la Conservación en la Estrategia Regional de Biodiversidad de la Región de Los Lagos en 2010. Este es uno de los últimos informes técnicos previos que emitimos, pues posteriormente los Santuarios de la Naturaleza estarán bajo tuición del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas”.
Se trata de un bosque costero maduro de ulmo-olivillo en estado prístino, un ambiente que ha estado libre de perturbaciones humanas por más de 400 años, y con ejemplares de más de 350 años de edad (y algunos presumiblemente mayores a 600 años), que alcanzan los 30 metros de altura y 2,6 metros de diámetro. Constituye, así, un remanente del paisaje original de la Isla de Chiloé, que posiblemente fue dominante desde el sur de la Cordillera de Nahuelbuta hasta Chiloé y que ha sido uno de los ecosistemas más alterados del país. Por eso, constituye un referente de comparación para el diseño de modelos de restauración ecológica.
El informe técnico previo hace algunas recomendaciones, como incorporar un área de amortiguación, ampliando los límites del área propuesta para la declaratoria al área de bosque renoval y sector de praderas. Esto, para reducir el impacto de las perturbaciones externas, y permitir usos controlados compatibles con la conservación, como educación ambiental, difusión, visitas guiadas, infraestructura para visitantes, infraestructura de investigación, etc.
Además, propone realizar un proceso de información e involucramiento de la comunidad local y municipio, así como acompañamiento y capacitación a los administradores. Junto con ello, incluir en el futuro Plan de Manejo un Protocolo de Investigación que regule el acceso a investigadores, y que asegure el acceso con fines de investigación.
