Presentación
El sitio arqueológico de Monte Verde se ubica en la región de los bosques de coníferas subantárticos y siempreverdes, en las cordilleras bajas del sur de Chile. Allí, el sitio evidencia la existencia de un grupo de gente que habitó a lo largo de las playas y bancos de arena y grava de un pequeño arroyo hace aproximadamente 14.800 años, de acuerdo con los fechados calibrados de carbono 14.
Luego de su ocupación, una capa de turba formada por un pantano cubrió todo el sitio y permitió la conservación de esta impronta del pasado humano. Los trabajos arqueológicos de la Universidad Austral de Chile lograron descubrir restos de viviendas, artefactos de madera, restos de alimentos vegetales como la papa silvestre, y huesos de animales entre los que se cuentan los restos de 5 o 6 mastodontes, representantes de la megafauna sudamericana, como alimento de carroña o de caza, evidenciando una adaptación humana temprana al bosque templado húmedo del tipo "Valdiviano".
Entre las herramientas líticas recuperadas se pueden mencionar rocas redondeadas del tamaño de un huevo, algunas de las cuales pudieron servir como piedras de honda, y boleadoras. También, una piedra cilíndrica alargada con forma de espiga que pudo haber sido utilizada para perforar. Otros hallazgos fueron raros artefactos de piedras con formas de hojas incluyendo un núcleo y un chopper y los restos de 2 largos proyectiles de punta, lanceolados, similares a los conocidos como puntas de proyectil El Jobo encontrados en los contextos tempranos de Venezuela. En los artefactos de madera se incluyen una forma de punta de lanza, palos cavadores, tres mangos con raederas o raspadores montados sobre ellos y tres morteros rústicamente trabajados.
La madera fue empleada en la construcción de dos tipos diferentes de estructuras encontradas en dos áreas diferentes del sitio. Para formar la base de las viviendas rectangulares fueron colocados sobre el suelo pequeños troncos o palos y gruesas tablas cortadas toscamente. Mediante el uso de estacas fueron fijados en su lugar. Próximo a estos, vástagos verticales fueron introducidos en el terreno cada metro para formar así la estructura de las viviendas. En algunos palos caídos hubo vestigios de piel de animal sugiriéndonos que el cuero conformaba las paredes de las viviendas. Las medidas fueron de 3 a 4,5 metros por lado. Dentro del gran toldo las 12 habitaciones excavadas estaban unidas en sus lados y dispuestas en 2 hileras o filas paralelas. Dentro de las viviendas se recuperaron herramientas, restos de plantas y pozos superficiales o poco profundos cubiertos con arcilla que sirvieron como braceros (fogones) ya que aún conservaban evidencias de restos de fuego. La cocina fue aparentemente una actividad comunal y tuvo lugar alrededor de dos grandes fogones.
Separada del resto de las viviendas y aislada, existía un tipo de estructura muy diferente ubicada hacia el extremo occidental del sitio. Esta estructura tuvo una forma de U con un cimiento o base de arena y grava compactada. Trozos o fragmentos de maderos, en posición vertical, estaban presentes cada medio metro a lo largo de ambos brazos de la estructura y sirvieron como armazón de palos para sujetar la cobertura o cubierta de cuero. Una pequeña plataforma sobresalía en la parte posterior de la estructura transformando la forma de U del recinto en una que recuerda el aspecto de una Y. La plataforma tiene aproximadamente 3 metros de ancho por 4 metros de largo. El frente abierto de la estructura enfrentaba a un pequeño claro o zona despejada y limpia que contenía pequeños braceros cubiertos con arcilla.
En esta área se recuperaron restos de pieles de animal, de cañas y semillas quemadas y de varias especies de plantas medicinales, incluso restos de hojas que fueron masticadas. Alrededor de la estructura y del patio hubo una concentración de fogones, pilas de madera, herramientas, plantas medicinales y huesos, incluyendo la mayoría de los restos de mastodontes encontrados en el sitio. Es evidente que esta estructura de frente abierto fue el foco o centro de actividades especiales que incluyeron el procesamiento de la caza, sino una celebración ritual, la preparación de hierbas medicinales y quizás la práctica de curación chamánica. Esta estructura se ubica al comienzo de una larga tradición de arquitectura con especial propósito que sirvió para actividades sociales (o comunitarias o corporativas) especiales y de las cuales conocemos muy poco.
En síntesis, la visibilidad actual del sitio está dada por la arquitectura, caracterizada por la presencia de una red de fundaciones de madera que definen la base arquitectónica exterior y de divisiones internas del toldo, incluyendo cuñas y estacas in situ y cuerdas y nudos de junco que sostenían el mismo. La segunda evidencia arquitectónica corresponde al cimiento de la estructura conforma de U, formada por grava y arena endurecida donde estaban clavados los maderos que sostenían el techo, orientada Este Oeste y con la puerta hacia el oriente.
La gente de Monte Verde carroñó o cazó mastodontes. Cazó también camélidos y otros animales menores. La recolección de plantas fue de igual o mayor importancia que la caza. Además de las papas silvestres, los restos botánicos incluyen semillas comestibles, frutas, nueces, bayas, hongos, algas, hortalizas, tubérculos y rizomas. La flora fue recolectada en las cercanías de las ciénagas, en los bosques y en la costa del Pacífico, lo que permitió una dieta rica en yodo y sal. Con la explotación de zonas ecológicas dispersas con un régimen de crecimiento diferente, los habitantes de Monte Verde obtuvieron plantas comestibles durante todos los meses del año posibilitando la ocupación del sitio durante todas las estaciones. Esta evidencia de residencia permanente es contraria a la visión corriente de los cazadores recolectores migratorios.
Justificación del Valor Universal
Criterios Cumplidos
El sitio de Monte Verde cumple de forma acabada con los criterios iii y iv definidos en la Guía Operativa para la implementación de la Convención del Patrimonio Mundial, como un bien cultural de valor universal excepcional, para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial.
Criterio ii)
El sitio de Monte Verde presenta una conservación extraordinaria de material arqueológico único, en los que se evidencian características excepcionales de la forma de vida de los primeros habitantes del área sur andina siendo, además, el sitio más antiguo de las Américas. Aporta información significativa sobre los elementos tecnológicos y arquitectónicos utilizados para la subsistencia de los primeros habitantes del hemisferio y ayudó sustancialmente a romper con el paradigma Clovis. Se puede agregar también, que representa una de las primeras, sino la más antigua, estructura arquitectónica con propósito de actividades comunitarias especiales en el Hemisferio Sur.
El paradigma Clovis proponía que los primeros habitantes de América habían arribado hace unos 10.500 años A.P. En primer lugar, hay que decir que Monte Verde no solamente es por lo menos 1500 años más antiguo que cualquier sitio Clovis. Además, esto implica necesariamente que se necesitaba gente en el norte de América por lo menos 15.000 años A.P. para llegar a Monte Verde, tal como lo proponen independientemente estudios lingüísticos y genéticos. En segundo lugar, la principal corriente de pensamiento acerca del paleoindio en el marco del paradigma Clovis es que esta poblaciones eran cazadores de megafauna siguiendo a los animales en forma rápida hacia Sudamérica. Ahora sabemos que eran cazadores y recolectores generales. Uno de los grandes hitos de Monte Verde es el increíble grado de conservación de sus restos, que origina una perspectiva mucha más amplia del mundo orgánico y del resto de la vida de esta gente, mucho más que piedras y huesos, reflejando una adaptación muy íntima al bosque lluvioso templado.
Criterio iv
El sitio presenta una excepcional estructura arquitectónica, jamás pensada para la época, con invalorable información sobre el medio tecnológico y de subsistencia de los cazadores recolectores que la habitaron.
Garantías de autenticidad e integridad:
El sitio cuenta con varias investigaciones arqueológicas de carácter científico e interdisciplinario y que pueden verse reflejadas en los múltiples trabajos publicados y conferencias realizadas a nivel internacional y nacional. Como sitio arqueológico se encuentra protegido por la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales.
Comparación con otras propiedades similares:
Otros sitios arqueológicos con propiedades similares que se pueden mencionar son los de Tierra del Fuego como las Cuevas de Fell y de Pali Aike en Chile; los de Taima Taima en Venezuela y Tlapacoya en México; Los Toldos y El Ceibo en Argentina; El Inga en Ecuador, entre otros. Para Norteamérica podemos citar los sitios identificados como Pre-Clovis, por ejemplo el sitio de Meadowcroft Shelter en Pensylvannia, Estados Unidos.
En comparación a Fell y otros sitios de América, el punto en común es que son poblaciones tempranas. Monte Verde es diferente porque existe más evidencia arqueológica y reconstrucciones paleoecológicas. La investigación multidisciplinaria distingue el sitio de la mayoría de otros sitios en las Américas. La nueva evidencia que rompe con el paradigma de Clovis permite que sitios en Norteamérica ya conocidos y otros nuevos (e.g. Meadowcroft, Cactus Hill y Topper) puedan aportar nuevas evidencias de culturas pre-Clovis, con un impacto menor que Monte Verde.