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Casas de Máquina de Temuco

Imagen de Casas de Máquina de Temuco

Se trata de un complejo ferroviario cuyo componente esencial es la casa redonda, techada, cuya obra gruesa es de hormigón.

Presentación

El ferrocarril llegó oficialmente a Temuco el primer día de 1893. Se cree que la primera casa de máquinas se ubicó pocos metros al norte de la actual, en terrenos cedidos a Ferrocarriles del Estado por los indios mapuches. Temuco se convirtió en un importante centro ferroviario, donde los trenes de largo recorrido cambiaban sus locomotoras. Allí también se albergaron las locomotoras que operaron los trenes de los ramales a pueblos como Carahue, Cunco y Cherquenco. Durante los primeros decenios de este siglo, se realizaron en la casa de máquinas de Temuco reparaciones complejas a locomotoras; luego de que entrara en funciones la Maestranza San Bernardo, en 1920, continuaron efectuándose en Temuco reparaciones simples.

Por 1930 se hizo sentir cada vez más la insuficiencia de la original casa de máquinas, decidiéndose la construcción de una nueva -la actualmente existente-, que se efectuó en dos etapas, entre 1937 y 1941. Inicialmente, la nueva casa complementó, sin remplazarla, a la antigua. Hasta 1954, en Temuco sólo se atendieron reparaciones de locomotoras a vapor; a partir de ese año se comenzó a reparar máquinas a diesel. La dotación permanente del complejo, por 1980, consistía en dos locomotoras a vapor de tipo 56, once de tipo 57, una de tipo 58, nueve de tipo 70 y catorce de tipo 80.

En 1982, la dirección de la Empresa de Ferrocarriles del Estado ordenó constituir una flota de reserva de tracción a vapor, con base en Temuco. Con este motivo, durante los años siguientes se hicieron reparaciones a una decena de locomotoras ahí albergadas. Los fogones de las últimas locomotoras se apagaron definitivamente hacia fines de 1983, lo que acarreó a su vez el fin del uso normal de la casa de máquinas. El recinto siguió siendo ocupado para el cambio de aceite y la inversión de locomotoras a diesel, de tipo D-16000 y otros, y además como base de operaciones para las labores de mantenimiento de las vías. La de Temuco fue la base operativa de locomotoras a vapor, que más tardíamente dejó de funcionar, en todo el país.

La casa de máquinas y las piezas rodantes que alberga son propiedad de la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Se sitúa en una zona de unas 19 hectáreas, un kilómetro al norte de la Estación de Temuco. Se trata de un complejo ferroviario cuyo componente esencial es la casa redonda, techada, cuya obra gruesa es de hormigón. Ella contiene 34 vías, que rodean una tornamesa de 27 metros de largo, capaz de girar una locomotora tipo 80, con ténder, de un peso total superior a 160 toneladas. Junto a la casa redonda ha un taller para la reparación de locomotoras, oficinas, camarines para el personal, un gran elevador de carbón para la carga de combustible a los ténderes de las locomotoras, un depósito de carbón y un taller para la reparación de carros.

Justificación del Valor Universal Excepcional

Criterios cumplidos:

La Casa de Máquinas llena, de los criterios para la inclusión de bienes culturales en la Lista del Patrimonio Mundial, el designado con la letra iv, en el párrafo 24 de la Guía Operativa para la Implementación de la Convención del Patrimonio Mundial.

Criterio iv

La casa de máquinas de Temuco, con sus instalaciones anexas, y con las piezas ferroviarias que alberga, es un testimonio auténtico, único y excepcional de la era del ferrocarril a vapor.

Garantías de autenticidad e integridad:

En 1989, la Empresa de Ferrocarriles del Estado se dio cuenta de que nunca iba a ocupar las locomotoras que había reparado siete años antes, y contempló vender el terreno ocupado por la casa de máquinas y las propias locomotoras, las que seguramente se convertirían en chatarra. Ello llevó a la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario a solicitar la declaración como Monumento Histórico de la casa de máquinas y de 14 locomotoras a vapor resguardadas en ella, lo que se obtuvo a través de la dictación del Decreto Supremo Nº582, del 1 de diciembre de 1989. Recientemente, por Decreto Exento Nº769, del 20 de julio de 1998, se ha ampliado los límites del monumento histórico, incorporando a la declaración otras 11 piezas de material rodante.

Desde 1984, periódicamente se realizan desde la Casa de Máquinas recorridos turísticos con alguna de las locomotoras a vapor que ahí se resguardan. El lugar funciona como Museo de Sitio, a cargo de la Corporación Chilena de Conservación del Museo Ferroviario IX Región, y ha recibido aportes estatales, particularmente a través del Fondo Nacional para el Desarrollo de las Artes.

Comparación con otras propiedades similares:

Hasta donde sabemos, este centro de tracción a vapor es único. Ha permanecido casi congelado en el tiempo. Aunque deteriorado y sin el uso para el cual fue creado, presenta las mismas características de hace cincuenta años. Sin duda que hay otros museos instalados en centros ferroviarios antiguos. Sin embargo, las colecciones de éstos están compuestas por piezas que en muchos casos no tienen relación entre sí, y que han sido reunidas ex professo para el museo. En Temuco, sin embargo, se encuentran piezas que prestaron servicio en la zona, y que fueron reparadas en esa casa de máquinas. Dado su carácter de depósito real, Temuco alberga varios ejemplares de determinados tipos de máquinas. Por otra parte, la casa redonda es parte de un complejo, cuyas estructuras esenciales subsisten: tornamesa, elevador de carbón, casa de administración, etc. Su autenticidad es lo que hace de Temuco un monumento único.