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Calle Baquedano

Imagen de Calle Baquedano

Iquique es una ciudad cuyo desarrollo estuvo estrechamente ligado a la industria salitrera, la cual se pone en marcha con el primer envío de salitre a Europa, en el año 1830.

Presentación

La segunda mitad del siglo XIX es un período de gran expansión, tanto en la explotación del nitrato como en el crecimiento de la ciudad. Esto, a pesar de que se producen dos terremotos (en lo años 1868 y 1877) y dos grandes incendios (entre 1880 y 1885) que destruyen un importante número de manzanas del centro de la misma. Sin embargo, son los últimos años del siglo pasado y las dos primeras décadas de éste los de mayor auge, y los que dan a Iquique la impronta arquitectónica y urbana que conserva hasta el día de hoy.

El que esta ciudad estuviese en medio del desierto, alejada de grandes centros urbanos; que mantuviera contactos por mar con puertos de envergadura (San Francisco, Hamburgo, Rotterdam, etc.); que albergara un porcentaje importante de extranjeros entre su población (especialmente ingleses y norteamericanos), y la propia peculiaridad de la explotación salitrera, fueron los elementos que explican que Iquique haya sido un centro de intercambio cultural intenso, el cual creó una forma de vida particular, además de una peculiar arquitectura. Esta arquitectura, de la cual la calle Baquedano es una excelente muestra, fue capaz de adaptarse sabiamente a las condiciones climáticas imperantes en Iquique. Esto se logró, principalmente, a través del uso de tecnologías y soluciones constructivas y arquitectónicas apropiadas.

Los edificios presentes en calle Baquedano, y en general todos aquellos de arquitectura tradicional iquiqueña, corresponden a establecimientos comerciales o bien a viviendas de inmigrantes que labraron fortunas merced a la explotación del salitre. Los inmuebles poseen una tipología que se resume en tres elementos: el material empleado para su construcción es el pino oregón, -el cual debió ser importado desde lejanas zonas-, el método constructivo es el de armazón simple o "Platform Frame" y su estilo arquitectónico el "Americano" o alguno de sus derivados (Georgian, Revival griego, Adam). En cuanto a los patrones que caracterizan estas edificaciones, podemos mencionar la construcción en fachada continua, la verticalidad y liviandad de la vivienda, la organización de los espacios en torno a un núcleo central, la presencia del vestíbulo, el uso de veranda, la presencia de lucarnas o linternas, el uso de torres miradores y el techo áereo o sombreado sobre la azotea.

La calle Baquedano comienza en la Plaza Prat, constituyendo junto con ella un conjunto con notables rasgos de expresión urbana y arquitectónica, que simboliza plenamente los caracteres de la gesta salitrera. Destacan en el conjunto excepcionales monumentos como la Torre Reloj, el Edificio de la Sociedad de Empleados de Tarapacá, el Teatro Municipal y el Palacio Astoreca; los tres primeros se ubican el Plaza Prat, y el último en calle Baquedano. Asimismo, hay otros edificios de gran valor como son el Club Yugoeslavo, los Ex-Tribunales de Justicia, y el Casino Español.

Justificación del Valor Universal Excepcional

Criterios cumplidos:

La Calle Baquedano cumple cabalmente con el criterio ii para la inclusión de bienes culturales en la Lista del Patrimonio Mundial, tal como éste es definido en la Guía Operativa para la Implementación de la Convención del Patrimonio Mundial. Satisface también el criterio v.

Como conjunto urbano, la calle Baquedano corresponde al tipo ii, indicado en el párrafo 27 de la Guía Operativa. Se trata de un conjunto patrimonial inmerso en una ciudad en pleno desarrollo como es Iquique. Como tal, constituye para la autoridad nacional, regional y local un gran desafío el preservar su autenticidad y asegurar su conservación.

Criterio ii

La arquitectura de la calle Baquedano es resultado del intercambio de experiencias, conocimientos y habilidades que tuvo lugar en la región más septentrional de Chile con ocasión del auge del salitre, intercambio en el que aportaron por igual chilenos, bolivianos, peruanos, europeos norteamericanos.

Criterio v

El conjunto de la calle Baquedano es un ejemplo excepcional del asentamiento urbano de las ciudades salitreras. Es un testimonio de excepcional calidad de una forma de vida que se desenvolvió por un corto período de tiempo -menos de un siglo- en torno a la extracción del salitre.

Garantías de autenticidad e integridad:

La Calle Baquedano fue declarada monumento nacional en la categoría de zona típica por el Decreto Supremo Nº 935, del 25 de noviembre de 1977. Sus límites fueron ampliados por el Decreto Supremo Nº 1293, del 15 de noviembre de 1983. Esto significa que todas las intervenciones dentro del área protegida deben ser autorizadas por el Consejo de Monumentos Nacionales. Rige como normativa para el área una Ordenanza Especial de Edificación.

La arquitectura iquiqueña ha sido objeto de numerosos estudios, abordados por entidades académicas, que han hecho un inmenso aporte difundiendo sus valores y orientando las labores de restauración.

El conjunto se sitúa en el centro de una ciudad de gran importancia económica. Como tal, posee gran vitalidad. Los esfuerzos se han encaminado a permitir intervenciones que respeten el carácter del conjunto, y a la vez garantizar la funcionalidad requerida por los establecimientos comerciales modernos.

Se mantienen en excelente estado de conservación muchos hitos de la ciudad, de carácter monumental, tales como el Teatro Municipal, la mansión que habitara el magnate salitrero Astoreca -hoy museo-, el Edificio de la Sociedad de Empleados, etc.

Comparación con otras propiedades similares:

La industria salitrera es propia del Norte Grande de Chile. La gran riqueza que ella generó, posibilitó el desarrollo de ciudades como Iquique, que se edificaron en medio del desierto con un material prácticamente inexistente en la zona, como es la madera. Esta actividad productiva atrajo una inmigración de origen diverso, dando lugar a un intercambio cultural intenso en el cual peruanos, chilenos, indígenas, norteamericanos y europeos efectuaron su aporte.

La arquitectura de Baquedano es resultado de este intercambio en un medio hostil, y como tal, es única. Otros núcleos urbanos del enclave salitrero poseen también una valiosísima arquitectura (ej. Pisagua), pero Iquique fue el asentamiento de mayor riqueza y población, y sus construcciones son las mejor conservadas, comparativamente.